El proceso de envejecimiento es un reto para el mundo contemporáneo, pero si algo es cierto es que en algún momento de nuestras vidas llegaremos a esa etapa en donde no tengamos tanta independencia, necesitemos ayuda y apoyo para realizar actividades y tendremos algunas cuantas limitaciones. Y aunque quizás todas estas connotaciones resulten negativas también debemos recordar que la vejez se es el momento preciado para disfrutar del ansiado y merecido retiro, de los logros y los frutos cosechados y de los momentos en familia.
Algunas personas mayores pueden verse algo solas, desamparada o incluso tristes, dado que ciertos sentimientos pueden aflorar en esta última etapa de la vida, pero hoy queremos ofrecer una serie de recomendaciones para que las personas vivan más plenamente su vejez y especialmente para quienes los rodean tomen conciencia de las soluciones que se pueden tomar para mejorar la calidad de vida de un adulto mayor.
Si en tu familia aún tienes la fortuna de contar con tus abuelos o familiares de la tercera edad, te dejamos algunas sugerencias para promover su salud física y mental:
Promover su actividad física, moderada y permanente.
Acordar actividades con responsabilidades.
Reconocer sus logros y atender su autoestima.
Escuchar y respetar sus decisiones.
Permitir que en lo posible interactúe con pares.
Conceder valor a su experiencia.
Ejercitar la memoria con juegos de mesa.
Acomodar el álbum fotográfico. Que surjan las historias.
Escuchar su música y hablar de los personajes de su tiempo.
Reconocer su capacidad de amar. Y, sobre todo…
Permitir que cumpla con su propósito de vida.
A medida que las personas tienen mayor edad, suelen demandar una mayor atención médica. Para garantizarles una calidad de vida, es primordial realizar los chequeos anuales a tiempo y si surge algún padecimiento o dolencia poder tomar las acciones necesarias en función de asegurarles una buena vejez.
La alimentación y el ejercicio físico también juega un papel fundamental, hay que tener en cuenta que al momento de la jubilación el ritmo de actividad física suele disminuir porque ya no se trabaja y no hay tantas exigencias físicas. Por ello tampoco se puede seguir con la misma dieta que se tenía cuando se cumplía una jornada laboral de 8 horas seguidas, incluir proteínas de calidad y fuentes de vitamina es una gran decisión. También, hay que prestar atención si las ganas de comer de un adulto mayor disminuyen, especialmente si él vive solo y no tiene ayuda. En cuanto al ejercicio físico en la tercera edad es mejor optar por deportes de bajo impacto, pues no dañarán tanto las articulaciones y músculos.
Adicional a todas las recomendaciones, desde el punto de vista de un familiar o persona cercana a un adulto mayor, también se puede contribuir a mejorar la calidad de sus últimos años de vida. La compañía y el no abandonarlos es un factor clave para que se sientan queridos y acompañados durante esta etapa de su vida. No debemos descuidar nuestra relación con estas personas. Aunque vivamos en viviendas separadas podemos establecer un día a la semana en el que venga a comer a nuestra casa, una tarde para dar un paseo juntos, una visita o incluso llamadas.
El apoyo emocional es fundamental en este proceso y como familiares o personas cercanas, debemos ayudar en esta labor: incentivarlos a mantenerse activos, charlar con ellos diariamente, preguntar cómo estuvo el día, organizar paseos son algunas de las acciones que se pueden tomar y que estamos seguros de que los harán sentirse felices y saludables.
Cabe recordar que la calidad de vida es indispensable para consolidar una buena salud en las personas mayores. Por lo tanto, si ya eres un adulto mayor ¡Anímate a practicar estos pasos! Y si no lo eres aún, pero tienes personas cercanas que sí, toma acciones para garantizarles una gran calidad de vida. Te aseguramos que tu salud física y mental lo agradecerán enormemente.