Dr. Carlos Rebollón
Tratamiento para
Rotura de menisco
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Rotura de menisco
Rotura de menisco
La rotura meniscal provoca una serie de síntomas en el paciente, que a menudo pueden limitar su estilo de vida; no obstante, con la atención y el tratamiento adecuado es posible solucionar el problema en un corto período de tiempo.
El desgarro de menisco es un tipo de lesión muy común en las rodillas, ya que cualquier movimiento articular que requiera torsión y giro con una fuerza considerable, puede originar daños leves, moderados o severos en esta área cartilaginosa.
Aunque la rotura del menisco puede aparecer por diversos factores y a cualquier edad, los hombres suelen ser los más afectados por este problema.
¿Cómo curar una rotura de menisco?
En la mayoría de los casos, una lesión de menisco puede resolverse satisfactoriamente aplicando un tratamiento conservador como, por ejemplo el método R.I.C.E (Reposo, hielo, compresión y elevación).
Los medicamentos también son importantes en este punto, ya que servirán para aliviar el dolor y la inflamación durante los primeros días, dándole la oportunidad al menisco de que se recupere por sí solo.
Aunque gran parte de los casos pueden solucionarse con descanso, compresas heladas, antiinflamatorios y analgésicos; también pueden haber casos más complejos o roturas degenerativas que necesiten una operación de menisco para lograr una recuperación total.
Tratamiento conservador para rotura de menisco
El diagnóstico de un menisco roto puede ser confirmado a través de un examen físico, donde el médico especialista colocará tanto la rodilla como la pierna en distintas posiciones para identificar la causa de las molestias; de igual forma, es probable que su ortopeda se apoye en pruebas por imágenes (resonancias o radiografías) para detectar el lugar exacto de la lesión de menisco y descartar que exista un daño ligamentoso.
Generalmente, el tratamiento inicia de forma moderada atendiendo la lesión de menisco de acuerdo a las características que presente (tipo, tamaño y localización). Los síntomas de la afección van mejorando progresivamente con el tiempo y las recomendaciones médicas, por lo que en muy pocos casos se requiere una operación de menisco.
El primer paso del proceso recuperatorio es el descanso, previniendo realizar cualquier actividad que pueda agravar el dolor. La aplicación de hielo al menos por 15 minutos cada 4 o 6 horas, resulta muy útil para reducir la inflamación y aliviar el dolor articular.
Adicionalmente, el médico tratante puede recetarle algunos medicamentos para disminuir las típicas dolencias que vienen asociadas a una rotura del menisco.
Tratamiento quirúrgico para rotura de menisco
Si usted continúa experimentando molestías en la rodilla (bloqueo, rigidez, debilidad, dolor, etc.) después de haber cumplido con las pautas del tratamiento convencional y terapéutico, lo más probable es que deba someterse a una cirugía sencilla para reparar el desgarro de menisco.
En Panamá y otros países, la operación de menisco se efectúa por artroscopia, realizando pequeñas incisiones alrededor de la rodilla para acceder a la cavidad interna y suturar el menisco roto con técnicas quirúrgicas especiales.
Luego de la cirugía, el paciente deberá cumplir con un plan de ejercicios de rehabilitación que le permitirán recuperar la estabilidad, movilidad y fuerza de la rodilla.
Tratamiento fisioterapéutico para rotura de menisco
La fisioterapia ha mostrado múltiples beneficios en el tratamiento temprano de la rotura meniscal; encargándose de fortalecer la zona articular, ayudando en la recuperación del movimiento, calmando el dolor y previniendo una futura cronificación.
Las técnicas empleadas en la fisioterapia son muy variadas, por lo que el fisioterapeuta se encargará de diseñar un plan y aplicar las más convenientes para cada paciente en particular. Dichas técnicas pueden ir desde masajes drenantes hasta terapias de electroestimulación; manteniendo el objetivo común que es fortalecer la articulación y restablecer la movilidad regular de músculos, tendones y ligamentos en un breve lapso de tiempo.
¿Qué es la rotura de menisco?
La ruptura de menisco es una lesión de desgarro que ocurre cuando se ejerce una torsión o giro inadecuado sobre la rodilla; especialmente, cuando el peso del cuerpo está recayendo directamente en el área articular.
Cada una de las rodillas posee dos discos cartilaginosos localizados entre el fémur y la tibia, que actúan como una esponja para absorber los impactos de los movimientos efectuados con la extremidad y para distribuir uniformemente el peso de las cargas; por ello, cuando sucede una rotura del menisco la persona además de sentir dolor, también podrá ver limitadas algunas funciones de movilidad.
¿Qué causa la rotura de menisco?
Las rupturas de menisco son muy frecuentes en la práctica deportiva, ya que muchas de estas actividades demandan un gran esfuerzo muscular en piernas y articulaciones (fútbol, tenis, ski, baloncesto, etc.) conllevando regularmente al atleta a tomar posiciones repentinas y agresivas como pivotes, paradas, giros, cuclillas y más.
La obesidad, el envejecimiento y el levantamiento constante de cargas pesadas, suelen aumentar el riesgo de experimentar un desgarro de menisco. Por otra parte, las personas que padecen de artritis u otras enfermedades degenerativas, también son más vulnerables a sufrir este tipo de problemas.
¿Cuáles son los síntomas de una rotura de menisco?
Es común que los daños ocasionados en el menisco no presenten síntomas de forma instantánea, estos pueden demorar alrededor de 24 horas en aparecer; aún más, cuando se trata de un desgarro pequeño.
Los principales síntomas de una rotura meniscal son:
Ruidos o chasquidos al momento de la lesión, y posteriormente con la flexión de la articulación.
Dolor localizado.
Inflamación articular ocasionada por derrame sinovial.
Rigidez.
Limitación para extender completamente la rodilla.
Sensación de bloqueo articular.
Inestabilidad.
A pesar de que la rodilla cuenta con dos meniscos diferentes (menisco interno y menisco externo), las molestias en ambos son similares; es por ello que, definir el punto exacto del dolor es algo que le resulta muy difícil a los pacientes antes de la consulta. Sin embargo, la pericia médica nos lleva a nosotros como profesionales en Panamá, a notar las diferentes características para establecer un diagnóstico concreto y acertado.
¿Cuál es el tiempo de recuperación después del tratamiento?
El tiempo de recuperación después de una rotura del menisco es mucho menor al de cualquier otro tipo de lesión articular. Por lo general, los desgarros de menisco tratados de forma convencional son superados satisfactoriamente entre las 2 o 3 semanas posteriores al suceso.
Si su desgarro ameritó una operación de menisco, la recuperación puede extenderse de 4 a 6 semanas. Cabe destacar que estos tiempos pueden variar, debido a que cada paciente tiene su forma particular de cicatrización.
Tipos de rotura de menisco
Existen varios tipos de roturas de menisco, siendo las más comunes la Rotura del Cuerno Posterior del Menisco Externo (LPMC) y la Rotura del Cuerno Anterior del Menisco Interno (LAMC).
Rotura del Cuerno Posterior del Menisco Externo (LPMC)
Como su nombre lo indica, es una lesión en la parte posterior del menisco externo de la rodilla. Esta rotura puede ser causada por movimientos bruscos o fuerzas excesivas en la rodilla (giros repentinos o movimientos de flexión y extensión forzados).
Los síntomas de esta lesión pueden incluir dolor en la parte posterior o lateral de la rodilla, hinchazón, dificultad para mover la rodilla y sensación de bloqueo o atrapamiento.
Rotura del Cuerno Anterior del Menisco Interno (LAMC)
Es una lesión en la parte anterior del menisco interno de la rodilla, la cual suele estar asociada a lesiones deportivas, entre ellas: cambios rápidos de dirección o movimientos de pivoteo.
Los síntomas de este tipo de rotura meniscal generalmente incluyen: dolor en la parte interna de la rodilla, hinchazón, bloqueo o sensación de atrapamiento y dificultad para doblar o estirar completamente la rodilla.
Cabe destacar que ambos tipos pueden ocurrir tanto por las lesiones mencionadas anteriormente o como resultado del desgaste y envejecimiento natural del menisco (roturas degenerativas).
Consecuencias de no tratar correctamente una rotura del menisco
Si no se trata adecuadamente una rotura del menisco, pueden surgir varias consecuencias y complicaciones. Algunas de ellas son:
Dolor y limitación de movimiento:
Una rotura del menisco puede causar dolor en la rodilla y limitar la capacidad de movimiento. Si no es tratado efectivamente, el dolor puede persistir y empeorar con el tiempo, lo que dificulta la realización de actividades diarias y deportivas.
Inestabilidad de la rodilla:
El menisco desempeña un papel importante en la estabilidad de la rodilla. Cuando una rotura meniscal no es atendida de forma correcta, la articulación de la rodilla puede volverse inestable, lo que aumenta el riesgo de sufrir lesiones adicionales como esguinces de ligamentos o lesiones del cartílago articular.
Desarrollo de artrosis:
La falta de tratamiento de una rotura del menisco puede acelerar el proceso de degeneración articular y aumentar el riesgo de desarrollar artrosis en la rodilla. La artrosis es una enfermedad degenerativa que provoca dolor, inflamación y limitación de la movilidad articular.
Bloqueo de la rodilla:
En algunos casos, una rotura no tratada del menisco puede provocar que los fragmentos desgarrados se desplacen y se interpongan en el movimiento normal de la rodilla. Esto puede causar bloqueo o atrapamiento de la articulación, lo que requiere atención médica urgente.