Mantener una rutina de aseo integral es uno de los aspectos más importantes para la salud física, mental y el bienestar del paciente encamado. La higiene general además de ayudar a prevenir infecciones, úlceras y otros problemas de salud; sirve para controlar los olores del cuerpo, eliminar el sudor, la grasa y la suciedad, lo que lleva a aumentar el nivel de autoestima del paciente y brindarle mucha más comodidad en esta etapa.
Colaborar con la higiene de un paciente en cama conlleva a un proceso íntimo, en el que hay que cuidar cada detalle para no incomodar al paciente y poder cubrir de la mejor manera sus necesidades.
Importancia de un buen aseo en pacientes encamados
Cuando hablamos de higiene personal nos referimos a la limpieza de todo el cuerpo; sin embargo, en la higiene de un paciente en cama hay que prestar especial atención a las siguientes áreas de la piel y las mucosas : Cara, cuello, ojos, oídos, boca, brazos, manos, tórax, abdomen, glúteos, espalda, piernas, pies, genitales y cabello; siendo considerados los puntos más relevantes para preservar la salud de la persona en cama.
Al momento del aseo, no solamente se consigue conservar la piel limpia y humectada; también es posible observar y anticipar cualquier alteración en la piel que en el futuro pueda convertirse en una lesión más grave o un foco de infección.
Guía paso a paso para la limpieza de pacientes en cama
El baño de cama jamás igualará la eficacia de una buena ducha, pero en los casos en los que sea necesario, son la única opción para incrementar la sensación de confort del paciente y evitar la proliferación de bacterias u hongos en la superficie del cuerpo.
Para ofrecer un baño en cama adecuado asegúrese de:
Conversar con el paciente y acordar juntos el inicio del baño, pídale su colaboración durante el proceso para integrarlo en la actividad.
Tenga extremo cuidado con la temperatura del ambiente, evite corrientes frías que puedan alterar bruscamente la temperatura del paciente.
No desnude al paciente por completo, exponga una a una las áreas que vaya a limpiar.
Cambie los centros de cama, toallas clínicas o pañales después de la limpieza de los genitales y el área sacra.
El agua que fue usada durante el aseo de la zona perineal, se debe botar al terminar con esta parte.
Separar cada uno de los pliegues de la piel para una buena limpieza.
Mientras limpia la piel, no olvide comprobar la existencia de lesiones, inflamaciones o enrojecimientos causados por el tiempo de permanencia en cama.
Seque la piel dando pequeñas palmaditas para disminuir el daño por fricción.
Mantenga cerca de la cama un recipiente para desechar fácilmente los materiales usados durante el aseo.
Aseo bucal como parte de la higiene de un paciente en cama
Cuando el paciente es autónomo la hora de la limpieza bucal se hace mucho más sencilla; para ello, la persona encargada del aseo debe colocar una toalla en el cuello del paciente, sanitizar las manos del paciente y entregarle los instrumentos necesarios (cepillo, dentífrico, agua o enjuague y un recipiente para sus desechos).
Los pacientes dependientes exigen un mayor cuidado. Si el paciente se encuentra consciente pero no puede valerse por sí mismo, la persona que lo asiste deberá encargarse de cepillar cuidadosamente sus dientes, muelas, lengua, hacer el aclarado de la boca; y al final, aplicar un poco de vaselina en los labios para protegerlos e hidratarlos.
En los casos en que el paciente esté totalmente inconsciente, se debe inclinar ligeramente la cabeza hacia uno de sus lados, abrir la boca y utilizar un algodón o gasa con solución antiséptica oral para lavar la lengua, el paladar, los dientes, muelas y encías. Adicionalmente, es necesario retirar el exceso del antiséptico con un poco de agua o gasas húmedas, secar los labios, cubrirlos con vaselina y regresar al paciente a una posición cómoda.
Aseo perineal como parte de la higiene de un paciente en cama
La zona genital es la parte más íntima del ser humano, por ende, hay que tener mucha precaución y sumo cuidado para no perturbar la tranquilidad del paciente. Durante todo momento, la persona que realiza la higiene de un paciente en cama debe utilizar guantes quirúrgicos para evitar infecciones por contacto con las áreas lesionadas o las mucosas.
En el aseo perineal se coloca una chata hospitalaria (cuña, orinal o bacinilla) debajo de los glúteos para que el agua escurra. La limpieza tanto en hombres como en mujeres se hace de adelante hacia atrás; es decir, primero los genitales y luego la región anal.
En las mujeres se debe limpiar minuciosamente los labios internos, externos y el meato urinario, secando toda la superficie y los pliegues con una toalla pequeña. En los hombres, es necesario retraer el prepucio para limpiar internamente el glande y el surco balanoprepucial; igualmente se seca la piel y se coloca el prepucio nuevamente en su lugar.
Cuidado del cabello como parte de la higiene de un paciente en cama
En esta tarea, la cama debe estar cubierta con un plástico o hule para que el agua no la humedezca. Para comenzar, se coloca al paciente boca arriba con una toalla alrededor del cuello y tapones en los oídos; seguidamente, se utiliza una palangana o lavabo portátil debajo del cuello y se procede a mojar el cabello con una jarra.
El siguiente paso, es aplicar el champú por toda la cabeza haciendo pequeños masajes capilares con las yemas de los dedos para promover la circulación sanguínea. Para finalizar, se enjuaga el cabello con abundante agua para retirar por completo el jabón, se envuelve el cabello en una toalla seca y se retira el hule, las toallas mojadas y el resto de los implementos utilizados. Se recomienda asear el cabello al menos una vez por semana.
Baño parcial del paciente en cama - ¿Cómo se hace?
La higiene parcial suele quedar en manos del mismo paciente cuando no ha perdido su autonomía. La intención del baño parcial es eliminar olores desagradables, estimular la sensación de relajación e incrementar la autoestima personal.
Durante el aseo parcial, se debe limpiar con una toalla húmeda y una solución jabonosa suave algunos puntos específicos del cuerpo: cara, antebrazos, manos, axilas, espalda y región perineal, reemplazando la toalla al pasar por áreas delicadas como las axilas y los genitales; esto puede hacerse una vez al día.
Baño completo del paciente en cama - Paso a Paso
Hable con el paciente y explíquele el procedimiento.
Coloque un biombo o cierre las cortinas para brindar privacidad.
Tenga a mano todo lo necesario (agua, recipientes, toallas, jabón neutro, etc.)
Inicie la rutina de aseo por la cara, pasando por las orejas y el cuello.
Limpie los miembros superiores (brazos, axilas y manos).
Lave el área abdominal y continúe por las piernas y los pies.
Incline al paciente hacia un lado y lave, enjuague y seque la superficie de la espalda y la región sacra.
Coloque al paciente en cama en posición decúbito supino para realizar la higiene perineal.
Cubra los genitales con ropa interior de algodón o pañal.
Asegúrese de vestir al paciente con ropa cómoda o una bata limpia.
Retire los instrumentos de aseo y ordene el área.