Dr. Carlos Rebollón
Pronación y supinación
en Panamá
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Pronación y supinación
Pronación y supinación
Pronación y supinación son dos términos que hacen referencia a movimientos específicos de un área articulada del cuerpo (pie, mano, tobillo, antebrazo, muñeca o codo); sin embargo, en esta publicación nos enfocaremos en las formas de pronación y supinación de los miembros inferiores (pie y tobillo).
Las acciones de pronación y supinación son necesarias para que el pie se mantenga equilibrado y pueda cumplir con su movimiento natural al caminar; no obstante, cuando hay un exceso de alguna de ellas, se crea una desalineación del cuerpo que puede ocasionar distintas lesiones: deformaciones en las estructuras del pie, esguinces, roturas, entre otros.
Nuestra función como ortopedas es evaluar al paciente, realizar ciertos análisis biomecánicos de la marcha y poner a prueba la estática y dinámica de los dos pies, para comprobar su alineación y dar un diagnóstico concreto.
¿Qué es la pronación del pie?
La palabra pronación se utiliza para indicar que el pie se encuentra ejerciendo un movimiento de eversión más predominante hacia el interior durante la marcha; cuando uno o los dos pies presenta una pronación excesiva por mucho tiempo puede generar un daño interno involuntario, por ejemplo: el hundimiento del arco del pie.
La pronación del pie es un problema biomecánico muy habitual, el cual puede verse intensificado por diversos factores como: la edad, el sobrepeso, las actividades laborales rutinarias o las prácticas deportivas intensas.
Pronación excesiva del pie
La sobrepronación se produce cuando el arco del pie gira intensamente hacia adentro al pisar, esto trae como consecuencia una afección conocida como «pie plano» donde la planta del pie toca completamente el suelo.
La pronación excesiva del pie es la causa frecuente de dolores de talón, callos, inestabilidad, fascitis plantar, calambres, etc. evidenciándose aún más en deportistas y corredores profesionales.
¿Qué es una supinación en el pie?
En la supinación ocurre un proceso de inversión donde se tiende a inclinar el peso del cuerpo hacia el borde exterior del pie, lo que termina siendo la acción contraria a la pronación.
La supinación de pie muy pronunciada, genera una considerable cantidad de tensión en los músculos y tendones que dan estabilidad al tobillo; adicionalmente, hace que el pie pierda la capacidad de absorber impactos de forma normal trayendo otra serie de desventajas al momento de la marcha.
¿Cómo saber si tengo pronación o supinación en los pies?
Existe una manera muy fácil de notar si tiene pronación o supinación de pie; y esta es revisar la suela de su calzado. Un zapato desgastado en la parte interna indica que tiene un pie pronador, pero si el desgaste ocurre en la parte externa usted es una persona supinadora.
Las personas generalmente tienen una vida plena con una pronación y supinación leve en sus pies. Sin embargo, para aquellos que se dedican a la actividad deportiva profesional, resulta primordial conocer con exactitud la anatomía de sus pies, de esta forma podrán ser unos atletas mucho más eficientes.
Tratamientos para la pronación y supinación del pie
Los ortopedas tenemos algunos métodos prácticos para corregir la pronación, sobrepronación y la supinación. La mayoría de ellos, los hacemos con actividades y ejercicios controlados enfocados en reeducar la marcha y mejorar el equilibrio de los pies.
Algunos de los tratamientos más usados en este tipo de problemas en el tren inferior son:
Actividades de reentrenamiento de la marcha.
Rutinas de ejercicios para fortalecer y estirar los músculos, tejidos, tendones y ligamentos afectados (de acuerdo a cada caso).
Cambio del calzado por uno más adecuado.
Uso de plantillas ortopédicas estabilizadoras.
Ejercicios para promover la estabilidad articular.
Diferencias entre pronación y supinación del pie
A muchas personas se les dificulta diferenciar la pronación de la supinación, ya que ambas forman parte de la compleja mecánica articular del tren inferior. Sin embargo, ambos movimientos son opuestos al tratarse de partes contrarias del mismo pie.
Como lo indicamos al inicio de esta página, la pronación causa impacto en la parte interna del pie; mientras que la supinación, altera la dinámica del pie haciéndolo girar hacia su lado exterior.
Actualmente, estos términos han cobrado gran relevancia sobre todo en el ámbito deportivo. La buena noticia es que aunque usted sea un atleta de pisada pronadora o supinadora, puede encontrar calzados deportivos con refuerzos especiales independientemente de la inclinación que tengan sus pies.
Preguntas frecuentes sobre la pronación y supinación del pie
Cada vez son más las personas que comienzan a notar algún tipo de deformidad en sus pies; por esta razón, nos encargaremos de resolver las dudas más comunes sobre este tema…
La hiperpronación o sobrepronación puede llegar a desviar la pisada y generar una torcedura anormal en el tobillo dolorosa y muy difícil de tratar.
Las personas de pie pronador con repercusión en el tobillo, experimentan síntomas como: dolor, inestabilidad, tensión muscular constante, desgaste articular y descenso de la bóveda plantar “pie plano”. La falta de estabilidad ocasionada por la pronación incrementa el riesgo de sufrir distintas lesiones.
La manera de pisar de cada individuo es única y aunque notes que tu pie se inclina más hacia un lado que hacia el otro, esto no quiere decir que necesites ser tratado; sin embargo, nunca está de más visitar al médico para obtener un estudio personalizado de tu pisada (si crees que esto está afectando tu rendimiento).
Ahora bien, cuando la persona comienza a sentir dolor, inestabilidad, calambres o debilidad al ponerse de pie, caminar o correr, es muy importante concertar una cita con el ortopedista a fin de descubrir cuál es el origen del problema.
El ortopeda valorará los músculos peroneos, las alteraciones articulares, el grado de supinación o pronación, la flexibilidad del tobillo y se propondrá a descartar cualquier otro daño en los miembros inferiores.
Si, en el mercado existen cientos de plantillas correctivas que proporcionan la alineación adecuada del pie; no obstante, estas no deben ser compradas a la ligera.
Nuestra sugerencia, es seguir las indicaciones del ortopedista y buscar las plantillas ortopédicas que le haya recomendado de acuerdo a su grado de pronación y a las demás características anatómicas de su pie. En ocasiones, muchas de estas plantillas son hechas a la medida basándose en las necesidades del paciente.
Al igual que ocurre con las plantillas, la corrección de la supinación debe darse de manera personalizada junto a los lineamientos establecidos por su ortopeda. En estos casos, se sugieren ejercicios para fortalecer el tren inferior en su totalidad (cadera, glúteos, tobillos y pie), actividades con bandas elásticas, reeducación de la marcha y más.
- Aprenda a reconocer su tipo de pisada.
- Compre el calzado adecuado para su condición.
- Antes de cada entrenamiento estire y caliente adecuadamente.
- Realice ejercicios para mejorar su pisada.
- Al primer indicio de dolores o inconformidad cuando sus pies toquen el suelo ¡Consulte al ortopeda!.