La actual emergencia sanitaria ocasionada por la aparición del virus Covid-19, ha creado la necesidad mundial de realizar jornadas de vacunación masivas, con la finalidad de alcanzar el mayor número de inmunizaciones de forma rápida; lo que se resume en millones y millones de vacunas diarias administradas a personas de todas las edades y géneros.
Después de evaluar todas las condiciones, se determinó que el área del cuerpo más segura para la inoculación de la vacuna del Covid-19 era el hombro, específicamente en el músculo deltoides.
Esta zona ha demostrado a través de los años y de las diversas aplicaciones de vacunas en época anteriores, que es un punto con alta eficacia inmunológica, mínimos efectos adversos y de libre exposición para los pacientes. Sin embargo, esto no quiere decir que esté exenta de riesgos; a continuación desarrollaremos un poco más este importante tema…
Efectos adversos
El dolor de hombro por la vacuna del Covid-19 es uno de los efectos adversos más predominantes en este tipo de inoculación, el paciente también puede notar otras molestias asociadas como por ejemplo: pérdida de movilidad, dolor al tacto, enrojecimiento, picazón, erupciones, induración, entre otros. Los síntomas antes mencionados son generalmente leves, desapareciendo por sí solos a los pocos días de la vacunación.
Aunque el porcentaje de casos severos es reducido, se han reportado pacientes con sintomatologías graves que incluyen: dolor intenso o agudo que se extiende desde el hombro hasta la mano, debilidad y amiotrofia persistente.
En inglés, a estas complicaciones derivadas de la inoculación se les engloba bajo el término SIRVA (Shoulder Injury Related to Vaccine Administration); lo que en español podríamos traducir como » lesiones de hombro atribuidas a la vacunación».
El dolor en el hombro por la vacuna del Covid-19 aunque deja una sensación muy molesta, no suele afectar la función motora ni sensitiva de la extremidad, solo causa una impotencia funcional transitoria debido al traumatismo directo de la aguja con el músculo.
Entonces… ¿De dónde proviene el dolor?
La mayoría de los pacientes que han presentado lesiones en el hombro posteriores a la vacunación, informaron que la aplicación de la vacuna había sido en una zona muy alta del brazo y no en el área de vacunación a la que están acostumbrados; esto indica que el dolor experimentado en gran parte de los casos, sucede a causa de una técnica de inoculación inadecuada por parte de los trabajadores de la salud.
La mala aplicación de una inyección en el músculo deltoides puede ocasionar serias complicaciones, por ejemplo: si la inoculación se da en la parte más alta del brazo, puede comprometer la bursa subacromial o subdeltoidea; por su parte, si la inyección es realizada en una parte muy baja puede afectar algunos de los nervios cercanos. Las vacunas profundas o aplicadas con demasiada presión son capaces de dañar el periostio; mientras que la administración superficial tiende a generar una reacción adversa.
Aunque estamos tratando con una vacuna de producción reciente, no existen pruebas tangibles que demuestren que el compuesto líquido de la Covid-19 al transferirse al cuerpo humano pueda provocar ninguna clase de dolor o reacción.
Cada vez destacar que el riesgo de complicaciones asociadas a la vacunación es muy bajo, y jamás superará las múltiples ventajas que trae consigo la inmunización preventiva para esta y muchas otras enfermedades.