El envejecimiento de la población es un fenómeno que está ocurriendo a nivel mundial y Panamá no se escapa de ello. Las estadísticas de América Latina reflejan que hay un aumento en la población adulta mayor. La población mayor de cincuenta (50) años representa el 21% de la población latinoamericana. Para el año 2050, se estima un aumento de estas cifras hasta un 38.5%. Lo que es más importante aún, el incremento en el porcentaje de personas de setenta (70) años o más, entre el 2011 y 2050 alcanzará un promedio de 280%.
Sabemos que hay enfermedades que son más frecuentes en el adulto mayor y en la rama de Ortopedia, la lesiones por la osteoporosis son muy frecuentes. La fractura de cadera es uno de los padecimientos más frecuente en el adulto mayor. Debido al crecimiento poblacional a nivel mundial, se estima que para el año 2050 ocurrirán un aproximado de 1.8 millones de fracturas de cadera. Algunos han sugerido que podrá ser hasta 6.8 millones.
Uno de los principales factores de riesgo de este tipo de fracturas es la osteoporosis. Se conoce por estadísticas internacionales que las fracturas de cadera son más frecuentes en mujeres que en hombres con una relación de 3:1. Esto se debe a la presencia de algunos factores predisponentes cómo los son: menor masa ósea y mayor pérdida de calcio secundario a la menopausia.
¿Cómo podríamos prevenir las fracturas de cadera en nuestros adultos mayores?
Tenemos que tratar la mayor cantidad posible de factores de riesgo para la fractura. Es claro que no se puede modificar el sexo o la edad, sin embargo, la osteopenia, que es una pérdida ósea menos severa que la osteoporosis, puede ser diagnosticada y prevenida desde mucho antes de hacerse mayor.
Otra forma de evitar la fracturas de cadera es previniendo las caídas. Manteniendo una adecuada actividad física acorde con la edad y características de cada persona es la mejor forma de prevenir las caidas. Se recomiendan en general paseos de 30 minutos al día como mínimo, ya que esto mantiene un buen tono muscular y permite a las articulaciones no perder su movilidad.
No se puede dejar de mencionar, la buena y equilibrada alimentación, puesto que la desnutrición es otro elemento de riesgo importante para prácticamente todas las enfermedades.
Una serie de recomendaciones generales para prevenir las fracturas de cadera serían las siguientes:
Acudir a su médico de cabecera por controles de salud periodicos.
Favorecer una nutrición correcta.
Aumentar la ingesta de calcio con la edad.
Practicar una actividad física adecuada.
Reducir factores de riesgo que producen una pérdida de hueso como el consumo de alcohol y tabaco, una inmovilización prolongada, etc.
Promover y adecuar el ambiente en el hogar, es decir, buena iluminación, accesos, rampas, calzados antideslizantes, soportes para caminar (bastones, andaderas), eliminación de alfombras y objetos en el suelo.
Programas para la activación física y mental en personas ancianas.