El cuerpo humano ha sido concebido para estar en constante movimiento. Sin embargo, una gran cantidad de puestos de trabajo requieren que los trabajadores pasen mucho tiempo sentados en un escritorio, frente a un computador incluso siete horas continuas.
Aunque al principio suene muy cómodo y relajante, si no se cumple con una buena postura y períodos de descanso, puede ser muy contraproducente para la salud.
La comodidad es sinónimo de productividad y la productividad es clave para la rentabilidad de un negocio y para lograrlo, no solo basta la motivación, sino también se trata de asegurarle a los empleados que puedan trabajar cómodamente en espacios seguros y aptos.
Aquí entra en juego la ergonomía en el trabajo, si quieres evitar dolores de espalda, cabeza, pecho y muscular es importante seguir algunos consejos.
Optimiza la superficie de trabajo
Para evitar molestias es recomendable tener más cerca aquellos objetos que utilizas constantemente. Si necesitas documentos o papeles sitúalos entre la pantalla y el teclado. Tener una superficie limpia también es clave para no sentir incomodidad y tener suficiente espacio para desenvolverse.
Escoge un asiento ergonómico
Deberás tener un asiento que te permita regular la altura y mantener la distancia adecuada entre tu cuerpo y la pantalla. Los pies deberán estar en contacto con el piso y las rodillas deben formar un ángulo recto.
Para un apoyo lumbar adecuado, la parte baja del respaldo debe alinearse con la curva natural de la parte baja de la espalda.
Adopta una buena postura
Puedes tener el mejor asiento ergonómico y la mejor superficie de trabajo, pero si no adoptas una postura correcta, no te servirá de nada las herramientas que tengas y terminarás con dolores.
La espalda debe estar lo más recta posible y bien pegada al respaldar para que no exista hueco a la altura de la zona lumbar. Para evitar cualquier riesgo de tendinitis, tus manos y brazos deben estar relajados y a la hora de manejar el ratón y teclado la muñeca no debe estar en tensión.
No olvides realizar descansos periódicamente, levántate de tu asiento, camina un poco y luego vuelve a tu rutina de trabajo habitual.
Adapta la posición de tu pantalla
Elige una pantalla entre 17 y 19 pulgadas preferiblemente y para una mejor visibilidad, ubica la pantalla al fondo del escritorio, que cumpla con una distancia óptima. Puedes lograrlo alargando tu brazo hacia al frente y que esa sea la distancia entre tu monitor y tu cuerpo.
Colócala a la altura de tus ojos, ligeramente hacia atrás y configura el brillo para que no sea tan potente a tu vista.
Si sentimos que mantener una buena postura es complicado, podemos agregar objetos que ayuden a mantener la postura correcta como reposapiés, reposabrazos o soportes para levantar el ordenador.
Recuerda que una mala postura puede perjudicar la salud, causando dolor, disminuyendo la flexibilidad, desgastando la columna vertebral, dificultando la respiración, afectando él equilibrio o desencadenando otras dolencias.
Una buena postura en el trabajo te garantizará productividad, buena salud y mejor rendimiento. Para comprobar que tu postura esté correctamente y confortable durante tu jornada laboral no olvides hacer este checklist diariamente.
¿La espalda está derecha y tienes los hombros hacia atrás?
¿La altura del teclado mantiene el brazo y antebrazo en ángulo recto?
¿La pantalla del ordenador cumple con una distancia adecuada?
¿Las rodillas forman un ángulo recto?
¿Realizas pausas para estirar regularmente?